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El Laboratorio Del Profesor Bacterio

La lucha por el conocimiento. Buscando al asesino. (SEGUNDA PARTE)

Continuación del artículo anterior. Parte II

 

“ Nuestra historia salta ahora 32 años. Corre el 1950, la famosa “gripe española” ya solo se encuentra en los libros de virología, pero a los científicos no se les ha olvidado, ni muchos menos.

            En su Suecia natal, un joven estudiante de medicina llamado Johan Hultin, acaba de terminar su carrera, y movido por un espíritu de conocimiento que no puede remediar, se marcha a Estados Unidos, a la Universidad de Iowa con solo 25 años, con la idea de poder hacer su doctorado en microbiología. Como todo buen doctorando, se lleva un tiempo pensando y buscando una buena idea para su tesis doctoral. Un buen día, uno de sus profesores de virología lanza una idea a la clase.

Ya que el virus de la gripe pudo llegar hasta el ártico y infectar a algunas personas, pudiera darse el caso, que el virus permaneciera aun “escondido” (una forma de hablar) en algún cuerpo de los que fueron enterrados en los hielos perpetuos.

 

Para el resto de los alumnos en esa clase, la idea paso sin pena ni gloria, pero nuestro joven Johan Hultin, vio en ese mismo momento el tema de su tesis. Encontraría el virus, lo recuperaría, y lo estudiaría con detalle para conocer su origen. Así que nuestro médico aventurero se puso rápidamente en marcha. Desplegó un mapa, y se fijo en Alaska y preparo la maleta.

 

            Tras llegar a Alaska, se puso en contacto con los viejos del lugar, a los que le preguntaba por la posibilidad de encontrar algún cementerio que permaneciera congelado hasta con las temperaturas más altas. Todos le indicaron el cementerio de un pequeño asentamiento de esquimales, Brevig Mission ( os suena?). Cuando llego por primera vez al cementerio, pensó que por fin había encontrado el lugar donde se escondía “el asesino”, y por tanto, las puertas para su tesis doctoral.

            El joven doctor se reunió con la asamblea de los esquimales, y les pidió permiso para poder excavar y tomar algunas muestras de sus antepasados. Johan les contó los horrores de la plaga, y como sus estudios podrían ayudar a que no volviera a ocurrir. Fue una dura decisión, ya que algunos de los supervivientes no podían olvidar lo sucedido y temían resucitar a “el asesino”. Pero al final, aquellos esquimales fueron bastante generosos con la ciencia, y le permitieron tomar muestras.

            El 25 de Junio de 1951, Johan excavó en los hielos perpetuos del cementerio, y tomo muestras de 4 cadáveres con signos de muerte por gripe española. Metió sus muestras en recipientes de seguridad y volvió a su laboratorio en Iowa. Intento infectar animales, células, etc, lo intento todo para poder encontrar a “el asesino”. Debemos de recordar que por aquellas fechas aun ni se conocía el ADN. Trabajo muy muy duro, pero nada funcionaba. Su tesis doctoral se fue abajo. Fracaso. “El asesino” había muerto.

El Dr. Johan consiguió como pudo salvar su tesis, y seguir trabajando ejerciendo la medicina, sin perder nunca ese gusanillo que tienen dentro los científicos, y que es “la búsqueda del conocimiento”, y que le llevaba a no parar de leer revistas científicas.

Un buen día, con 73 años de edad, todo un abuelito, nuestro Dr. Johan se encontraba tranquilamente ojeando en su sofá el último número de la prestigiosa revista Science. Era el 21 de marzo de 1997. De pronto, un artículo le trajo a su mente recuerdos difíciles de olvidar. Alguien había encontrado de nuevo el rastro de “el asesino” gracias a técnicas de amplificación de ADN. Era solamente un rastro, una pequeña pista, muy valiosa pero no suficiente para encontrar el refugio del virus.

¡Pero el si sabía donde estaba escondido! Se levanto, descolgó el teléfono, y poco después a sus 73 años estaba preparando de nuevo la maleta……..

 

Continuara 

4 comentarios

Prf_Bacterio -

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

Me alegra saber que esta historia os gusta tanto como a mi. Saber además que es completamente real, la hace aun más bella.

Mago, espero que tus preguntas se aclaren con el siguiente capítulo.

Dr. CroW, muchas gracias por la visita. Me alegra que te guste. Un saludo.

Sonia, que decirte. Tus deseos son ordenes para mi. Aquí te dejo el capítulo III.


Un abrazo a todos

Sonia Blanco -

Por dios santo, me muero de la intriga....

SIGUE CONTANDO!

Dr. CroW -

Me parece genial el blog.
Llegué por casualidad hace unos días siguiendo links y no puedo dejar de leerlo.
Felicitaciones y sigue así.

Magopuki -

Eso se llama tener fuerza de voluntad, ya me estoy preguntando el porque el virus o lo que fuera no infecto a Johan, confio en que lo explicaras mas adelante Bacterio.

Por otro lado es mas que interesante la historia,en lo personal no me hubiese atrevido a excavar una tumba sabiendo que alli estaba esa plaga, me moriria de miedo.
Bueno te sigo leyendo hombre, me voy a sentar en esa silla que esta alli al fondo de tu laboratorio a escucharte. =)

SAludos.